miércoles, 28 de febrero de 2018

Matrimonio Sagrado en Astrología Psicológica


La pareja está representada en astrología por el signo Libra, cuyo símbolo es la balanza, es la balanza de la relación, en un lado se pesa el Yo y en el otro el Tú, esta balanza de Libra busca el equilibrio en la relación. La Venus de Libra simboliza las relaciones, siendo la relación de pareja una de las relaciones más significativas en la vida.

Frente a Libra se encuentra Aries en el Zodíaco, entre Aries y Libra se forma una polaridad. Aries es Yo solamente, es la autoafirmación, y está centrado solamente en sí. Libra está interesado en el vínculo, en la relación, en lograr un equilibrio entre yo y tú. Aries tiene certezas y es determinado y atrevido; Libra piensa las cosas, ve posibilidades y duda, ya que tiende a ponerse en el lugar del otro/a y a veces duda de sí mismo porque se ha puesto mucho en la mirada del otro/a.

Libra al simbolizar ese encuentro significativo con el otro/a, es conocido como el signo de la pareja, siendo el primer signo que sale de lo individual, del ego. Libra viene después de Leo (que es el ego, el sol, la consolidación del yo, de la propia dignidad). Después de Leo viene la salida al otro/a, este es el siguiente paso evolutivo que se expresa en Libra. 

La pareja es considerada un grupo, de a dos, entendida como la preparación para posteriormente poder participar de otros grupos más grandes, el primer paso para salir del ego y entrar en espacios colectivos o transpersonales. Antes de pasar a lo transpersonal se debe consolidar la estructura del ego, del yo (afianzar la propia identidad en Leo), y antes de pasar a grupos o colectivos y a experiencias transpersonales, se debe transitar, aprender y vivenciar exitosamente la salida del ego a través del vínculo de pareja (Libra), donde se vive un descentramiento del propio yo a través de un interés romántico e idealizado con el otro y otra.

Pero pasado Libra viene Escorpión, que es el descenso a las áreas profundas y oscuras de los conflictos, de las bajas pasiones humanas, traumas, problemas no resueltos, donde nos enfrentamos al arquetipo vivo de La Sombra (C.G.Jung), donde nos encontramos con lo peor de nosotros mismos, lo que no queremos reconocer como parte de nosotros; y que en el vínculo con la pareja también nos encontramos con lo peor y lo más feo del otro/a, con lo más pobre y más carente, lo que nuestra pareja no nos mostró en principio. 

La aceptación honesta y amorosa de la sombra nos permite resurgir a la vida, la esperanza, el optimismo y la trascendencia de Sagitario, pero no desde la inocencia, sino que fortalecidos con la aceptación de la sombra, logrando la integración de estos recursos y tesoros, transformados en una persona más íntegra, entera y sólida; el metal que representa a Escorpión es el acero inoxidable o el brillante. El encuentro con la sombra en el vínculo de pareja y la salida exitosa de este encuentro nos hace en cierto sentido más fuertes, resistentes y desarrolla el duro cristal interno, una noción interna de indestructibilidad y un acercamiento a la eternidad de los vínculos (soy de la generación de Plutón en Libra).

La salida final para no quedar hundidos en el lodo de las profundidades, se logra cuando en una pareja logran predominar los aspectos del Eros o eróticos por sobre los aspectos Tanáticos. Este logro no tiene que ver con la continuidad o la ruptura del vínculo, sino que con la cualidad de la relación, ya que el amor une, pero el odio también. Muchas parejas se mantienen unidas desde la destructividad. La integridad de sí misma/o es más importante que la posesión permanente del otro/a (Liz Green) (soy de la generación de Urano en Libra). 

A veces la tarea evolutiva es liberarse de un vínculo destructivo y desarrollar la fuerza de la propia alma; a veces es evolucionar en conjunto con la pareja e integrar las sombras personales y mutuas, esto es sostener el vínculo en el crisol de la relación, contener la metamorfosis de integración mutua. En ambas opciones predomina la fuerza de Eros.