miércoles, 29 de diciembre de 2010

arte de brujo Juan

Al colocar la mirada en el ojo derecho de la otra persona, y con la ayuda del Intento se detiene el diálogo interno.La voluntad se enfoca sin dudar, impecable es no esperar recompensa o aplauso y hacer lo mejor que puede en lo pequeño, y vacío, en la locura a media vela y sin abandono, el brujo se fuma su falsa identidad y borra en el humo su historia personal:  pierde su importancia personal, asume su responsabilidad con su voluntad
y lleva a la muerte a su lado como consejera. No querer nada es el mejor logro del brujo, y así disfruta y no se priva de lo que la vida pone en sus pies. El temple humilde de la impecabilidad le permite canturrearle y calmar sus inquietudes, no entregarse al dolor, palpar su destino al entregarse a las corrientes de los sueños, rompiendo sus rutinas, haciendo marchas de poder y practicando el no hacer.