martes, 26 de enero de 2010

La violencia contra las mujeres es una violencia estructural

“A menudo os he oído hablar de aquel que ha cometido una falta como si no fuera uno más de entre vosotros, sino un extraño y un intruso en vuestro mundo. Pero os digo que así como al bienaventurado y al justo no les está permitido elevarse por encima de lo más elevado que existe en cada uno de vosotros, así el malo y el débil no pueden caer por debajo de lo que así mismo es lo más bajo que existe en vosotros. Y lo mismo que una sola hoja no amarillea si no es con el consentimiento silencioso de todo el árbol, así el perverso no puede causar daño sin el deseo oculto de todos vosotros.”
El profeta, Kalhil Gibran

Oculto deseo podría ser la omisión, los climas de tolerancia social e institucional hacia la opresión de las mujeres, las creencias aceptadoras de la realidad tal cual es, la falta de miradas críticas y análiticas de cómo se dan las cosas, la inacción y la falta de pronunciamiento ante las explotaciones y las injusticias, el silencio y evitación de enfrentar a la autoridad abusiva y negligente para mantener acomodos y privilegios.

La violencia contra las mujeres no es accidental, casual o fortuita. No es la excepción, ni una contradicción, es uno de los engranajes lógicos de un sistema patriarcal sustentado en múltiples opresiones.