jueves, 13 de agosto de 2009

Lanzando cosechas al vacío




Silencio nocturno me abrazo a lo interno, en la penumbra de mi ciclo bajo mi piel torrentes eternos, un camino de carne y emociones hacia un profundo borde en el centro, me abro a mis almas de la gruta sandía rojo completo, como joker bailando hacia un mejor abismo, mi fresco vaiven de kaos y kosmos, jugando a ser marea, arrastrado a sentir, abandonado sin olvido, libre de parametros y despertadores de cualquier especie que no sean mi pulso, sin respuestas de alas ortopédicas, sin aspiraciones que me alejen, sin apremios más que dejarme volar a cualquier brote del universo, movimiento psicotrópico del aire que alimento, palpando sin palabras, y bebiendo la lunas hacia afuera, irradiando mutuas galaxias queridas y torrentes desde mis venas a las estelas siderales, en pródigas conversaciones musicales, ritmos, risas, brasas en velocidad luz, pulsación violeta, y encuentros con oceános rutilantes en sus conciencias, silencio de cosechas, sueños, estados-significados simultaneos.

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